Museo
Comarcal
de
Hellín.
El edificio en el que se
sitúa el MUSEO COMARCAL ha sido rehabilitado
por la Escuela Taller de Hellín, siendo propiedad en la actualidad
del Excelentísimo Ayuntamiento de Hellín.
De la fachada,
organizada en tres cuerpos, destaca la parte central, con sus balcones
decorados con molduras, dedicada a la vivienda principal. La puerta,
tallada en madera por el ebanista Sebastián Guillén, muestra
dos cabezas de personajes masculinos flanqueados por un dragón a
cada lado, se complementa con diversos motivos vegetales de estilo modernista.
El acceso se realiza a través de una cancela de hierro forjado,
con apliques, de estilo modernista, que puede considerarse como una pieza
única en Hellín.
PLANTA BAJA
Aquí se puede admirar una lápida funeraria procedente del Tolmo de Minateda, fechada en el siglo II después de Cristo, así como una escultura en piedra procedente de la Iglesia de la Asunción. En el patio se ha colocado una prensa manual de vino en hierro y madera de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX.
Recientemente se ha incorporado a esta entrada un bargueño de finales del siglo XVI y principios del siglo XVIII.
En la galería de mediodía se muestra permanentemente una colección de pintura correspondiente a Ph. Monteagudo y a C. del Berro, dos artistas de la provincia depositados por A. Escandell.
En la escalera se puede contemplar una máscara antropomorfa y una urna ibérica procedentes del Tolmo de Minateda y el Tesorico respectivamente.
PLANTA PRIMERA
Dedicada por entero a la arqueología comarcal, se ofrece una visión de la tura material del hombre desde el Paleolítico hasta la época musulmana.
En la sala I se muestran diversos instrumentos procedentes de la Fuente de Hellín, correspondiente al Paleolítico Inferior, fechado entre el 700.000 y el 80.000 antes de Cristo, tal y como se puede apreciar en la vitrina 1.
Del Pedernaloso de Isso y de Polope en Tobarra se exponen otros tos tallados tanto en sílex como en cuarcita pertenecientes al Paleolítico Medio, 80.000 al 30.000 a. C. (vitrina 2).
Correspondiente al Neolítico, la vitrina 3 contiene una colección procedente de la Fuente de Isso (3.000 - 2.000 a. C.). En ella se pueden apreciar puntas de flecha talladas en sílex, las primeras cerámicas con improntas de cestería, hachas y azuelas pulimentadas, útiles de hueso y molinos de mano para el grano.
En la pared se muestran diversos ejemplos de la pintura rupestre levantina de Minateda, entre los que podemos apreciar una escena de caza.
La sala II continúa el recorrido cronológico por la historia de la cultura material del hombre mostrando en la vitrina 4 diversos elementos correspondientes a la Edad del Bronce (1.700-1.400 a. C.), procedentes de Los Calderones (Hellín) y del Cerrico de los Moros (Tobarra) entre otros lugares. Se pueden observar las cerámicas de aspecto brillante, dientes de hoz, punzones y agujas en hueso, una quesera o un brazalete de arquero.
La vitrina 5 corresponde al final de la Edad del Bronce (1.100-700 a. C.) y de ella destaca una gran vasija de forma bicónica con decoración excisa, así como dos pesas de telar de diversa forma, una botellita en cerámica fina o un colgante en hueso, piezas procedentes todas ellas del Castellón (Hellín y Albatana).
La vitrina 6 está dedicada a la Primera Edad del Hierro (650 al 500 a. de C.) y en ella se pueden observar las primeras cerámicas realizadas a torno procedentes de Los Almadenes (Hellín). Se trata de grandes ánforas para transportar líquidos y vasijas pintadas. Al lado tenemos uno de los enterramientos ibéricos de incineración más antiguos de la comarca, perteneciente a la necrópolis de Torre Uchea, una urna gris tapada con un cuenco marrón realizado a mano.
La galería del Tolmo de Minateda, uno de los yacimientos más importantes de la comarca, muestra diversos materiales: un león tallado en piedra de época ibérica avanzada, un oinocoe pintado en color rojo con motivos vegetales y otras piezas destacables. Asímismo se puede admirar el sarcófago de Hellín, cuya procedencia dudosa siempre se ha establecido en el Tolmo, aunque es posible que apareciera en Vilches.
En la sala III la cultura ibérica (500-200 a. C.) está representada por los enterramientos del Pozo de la Nieve (Torre Uchea, Hellín), de los que exponemos una muestra en la vitrina 7, con diversas urnas y sus ajuares.
La vitrina 8 está dedicada a la cerámica griega e itálica de barniz negro como copas de una sola asa, cántaros estriados o cuencos. El adorno de los íberos se caracteriza por pendientes de oro, brazaletes, anillos o apliques de pasta vítrea. También se puede observar una falcata y una punta de lanza procedente del ajuar de un guerrero ibérico.
En la vitrina 9 se muestran diversos ejemplos de cerámica pintada de época ibérica avanzada, también conocida como íberorromana (200 al 10. a. C.), con motivos zoomorfos y vegetales, así como una serie de piezas de barniz negro campaniense o imitaciones de estas producciones como, por ejemplo, una gran fuente procedente del Tolmo.
Correspondiente al mundo romano imperial (siglos I al IV d. de C.), la vitrina 10 muestra un repertorio de la llamada cerámica sigillata, de barniz color rojizo, con decoración o sin ella, procedente de la Villa de Hellín y Zama, o cerámica común y una lucerna con decoración moldeada. Destacan también los llamados sellos de panadero de la villa de Hellín, utilizados como moldes.
En la pared se exponen un fragmento de mosaico polícromo, procedente posiblemente de la Villa de Agra, una máscara tallada en piedra y una inscripción monumental correspondientes al Tolmo de Minateda. En la mencionada inscripción figuran los nombres de los dos primeros alcaldes (II VIRI) del municipio romano que posiblemente se llamara Ilunum.
La vitrina 11 está dedicada al mundo tardorromano y visigodo (siglos V al VIII de nuestra Era). De ella destacan los broches de cinturón de la Loma Eugenia y del Tolmo de Minateda. Las cerámicas recuperadas corresponden a un ajuar doméstico y funerario, procedentes de Las Eras en Ontur y del Tolmo de Minateda.
La sala IV se dedica al mundo hispano musulmán (siglos VIII al XIII de nuestra Era), con un repertorio que va desde una marmita emiral, procedente del Tolmo, a unos fragmentos de cerámica estampillada del Castellar de Sierra, Tobarra, pasando por un candil de piquera y una jarra pintada de Las Eras (Ontur).
SEGUNDA PLANTA
En esta planta, dedicada por entero a la Etnología, se muestran una serie de materiales de nuestra cultura popular. En la sala V se muestran diversos elementos correspondientes a la transformación del esparto, que supuso una de las actividades fundamentales en Hellín y su comarca. Esta está representada por una serie de palillos para el arranque de la atocha, mazos de picar y una serie de fotografías que ilustran sobre los modos de trabajo con esta fibra vegetal en las fábricas de mazos y cofines. También se puede observar un alabe o estera trenzado en pleita con esparto crudo, dicha pieza se colocaba en los carros y servía para que no se cayera lo que se transportaba.
La alpargatería, otra de las actividades artesanales más señaladas de Hellín, está representada por un banco de alpargatero y un doble cilindro para aplanar la soga que se utilizaba en la suela, ambos de 1936. Asímismo se pueden observar los instrumentos de trabajo como la lezna, el punzón y el "chamaris".
En esta misma sala también se muestran objetos que corresponden al trabajo cotidiano en el campo, como un cesto de paja y carbón, un comedor de mulas, o un “corbo”. A su lado podemos ver un instrumento de trabajo conocido como rastrilladora, exclusivo para hacer hilo con el cáñamo, otra de las plantas utilizadas en la artesanía textil.
En la vitrina 13 se pueden observar diversas piezas domésticas y otra serie de elementos del trabajo agrícola y la ganadería elaborados en esparto. Así se pueden observar canastos, un escriño, una botella enredada, un soplillo o una brocha para el humero. Todos ellos están realizados bien con esparto crudo, bien con esparto picado, y en algún caso llevan paja de cereal.
A su alrededor se pueden observar otras piezas de mayor tamaño, como "panaeras", capazos, o un costal de aceitunas, una pieza funcional, técnicamente muy bien realizada, que servía exclusivamente para el transporte de la oliva.
En la sala VI, recientemente reformada, se ha colocado parte del depósito de un coleccionista particular, Angel Escandell, compuesto por una colección de cerámica popular y diversos elementos correspondientes a las artes decorativas. Piezas de cerámica y vidrio de Cartagena, correspondientes a finales del siglo XIX, ilustran sobre el modo de vida burgués y las cerámicas comunes expuestas al fondo ilustran por el contrario sobre las condiciones domésticas de las capas más populares.
La sala VII ofrece al visitante la posibilidad de contemplar una colección de cerámica hellinera, fechada en el final del siglo XVIII y el siglo XIX con los elementos decorativos que la distinguen: la colleja y otros motivos vegetales.
Las cerámicas de Manises y Talavera que se muestran también forman parte de esta colección.
Por último, destacar
las inversiones que se están realizando en materia de eliminación
de barreras arquitectónicas, con la construcción de un ascensor
especialmente preparado para minusválidos.